¿Qué es lo que ocurre?

• El Contexto Político: muchos prefieren una ciudadanía reprimida, timorata, dócil, pasiva, dependiente de las policías, sea porque proyectan sus propios miedos en ella o porque les conviene para que sea "más fácil de gobernar". El problema es que de la represión se pasa natural y fácilmente a la explosión (ej. 18-O): los extremos nunca son buenos.
• El Contexto Jurídico-Forense: la Ley asume que toda persona tiene la capacidad de actuar con control volitivo (i.e. controlando sus impulsos o con funcionamiento psicológico normal); luego, si actúa desmedidamente, su defensa judicial se complica. Paralelamente, los legistas ignoran cuáles técnicas lesivas son estrictamente necesarias de usar (y cuáles no) en situaciones de riesgo vital.
• El Contexto Violento: súbito y en extremo estresante, riesgos y emociones diferentes al contexto competitivo, presencia y reacción emocional de otras personas, tipo de arma del agresor, factibilidad de defensa o no.
• Indecisiones previas: qué hacer y no hacer, límites. Requieren ser resueltas psicológicamente antes, dado que la situación de peligro altera los sentidos y el raciocinio mientras el agresor tiene todo definido desde antes ... 1 segundo de duda puede ser fatal.
• Desconocimiento y Desregulación de Uno Mismo: miedo, incapacidad de controlar el estrés y miedo en situación de alto riesgo, desregulación emocional y conductual al ejecutar técnicas.
• Desconocimiento del Agresor: cómo ataca, dinámica y mecánica de los ataques, psicología del agresor, fortalezas y vulnerabilidades.
• Técnicas Inapropiadas: para competencias o situaciones irreales, no adaptadas a ataques reales de criminales. Una técnica errada puede ser fatal.
• Entrenamiento Deficiente: sin entrenamiento permanente es probable que las técnicas no resulten bien (mientras los criminales "practican" habitualmente).

La evidencia empírica en Medicina y Psicología Forense no apoya la enseñanza marcial común: muerte, secuelas de por vida, lesiones físicas, trastorno de estrés postraumático grave o crónico, sentencia condenatoria para la víctima que se defiende.

Al haber riesgos elevados, la Mente es presa fácil del miedo, pánico, la ira o el descontrol, reacciones emocionales que ocurren naturalmente en la casi totalidad de personas (incluyendo miembros de fuerzas armadas) y que congelan o rigidizan los movimientos corporales, volviéndolos torpes.

La violencia real es rápida, brutal y lesiva, muchas veces con intención homicida, no como la imaginan y entrenan maestros de artes marciales. ¿Arte marcial deportivo?: cuidado, la mente distorsiona la percepción de riesgo.

Los sujetos violentos y criminales tienen patrones de ataques, así como fortalezas y debilidades (físicas y psicológicas).

Muchas personas entregan pasivamente el destino de sus vidas a la voluntad de otros. Algunas sucumben a los intereses de mercaderes y optan por lo más arriesgado: armarse (impulsa al criminal a disparar a lo seguro). Unas pocas eligen enfrentar sus propios miedos, y luchar cuando es posible, con actitud mental (trabajada) que previene secuelas traumáticas.

En caso de defensa, cada opción tiene efectos psicológicos en ellas y sus descendientes, que la(o)s marcará diferentemente de por vida.

Los expertos saben que el principal "enemigo" ante Peligro de la Vida es uno mismo, específicamente la Mente (Psique): la Mente influye en la respuesta del sistema neuroendocrino y de sistemas neuropsicológicos conductuales al estrés extremo.

En la vida normal, las personas no atienden la salud de su Mente. Así, ¿cuán probable es que reaccionen apropiadamente en una situación anormal? Mucho(a)s solo conocen más de sí mismo(a)s tras vivir eventos excepcionalmente amenazantes o catastróficos.

No hay estatus social ni profesión a resguardo de ofensores violentos y criminales.

Nuestro entrenamiento te da Mayor Probabilidad de Sobrevivir con Mínimas Secuelas de Salud y Consecuencias Judiciales: aprendes a actuar con más confianza y autocontrol, con astucia respecto de la ley, mientras ejecutas técnicas marciales idóneas (en lo posible no-lesivas) para contrarrestar la violencia real.

Al más alto nivel profesional-técnico, siendo impartida por Profesor experto en Psicología con amplia experiencia forense en el Servicio Médico Legal (ver sección Joven Maestro).

Enseñamos defensa de 2 maneras: 1) dentro de los programas de Kungfu y Taiji Quan, en formato abierto, para todo público, extenso (durante varios años), 2) en formato cerrado, privado, más breve (concentrado).

El formato privado está dirigido a personas, familias y grupos profesionales de todo Chile quienes, por su rol social, público o profesional (empresarios, ejecutivos, magistrados, fiscales, otros), están expuestos a ser víctimas del crimen, no cuentan con seguridad policial todo el tiempo y requieren resguardar la privacidad de su entrenamiento.