Progreso Energético en Wudang Verdadero: Salud, Mente, Espíritu

Salud, bienestar, capacidades físicas y mentales básicas para acceder a energías de mejor cualidad, constituyen solo un peldaño en Wudang Verdadero, pues la escalera de la Sabiduría Antigua de Wudang es muy grande.

Al aprender fidedignamente del Tao y de Técnicas Taoístas Más Reservadas, puedes conectarte correctamente con la Energía Superior, acceder a capacidades dormidas, longevidad saludable, progreso espiritual.

Un Verdadero Maestro cosecha frutos (dones) dados por la radiancia del Tao: serenidad, inteligencia y facultades inusuales en el hombre común, accionar más sabio y conectado a lo superior, potente energía que vivifica su materia, viviendo saludablemente mucho más.

Mientras tanto, siendo un Estudiante o Discípulo de Wudang disciplinado, puedes transformar tus energías inferiores en Qi de mejor cualidad, estimular tu Flama de Vida, desarrollar facultades, estar sano(a) y conservar mejor tu energía.

Con técnicas taoístas más secretas, puedes conservar el Fuego por más tiempo, a la vez que circular tu Qi y Sangre más armoniosamente.

Energéticamente el ser humano tiene Fuego de Vida, Dantien (“Chakras”) y Meridianos (por los cuales el Fuego y el Qi se distribuyen a todo el cuerpo). El Qi tiende a estar obstruido, deficiente o a contracorriente por fuerzas físicas, químicas y psicológicas (sedentarismo, trabajo físico, práctica energética o física vulgar, medicamentos, vicios, alimentación, contaminación, estrés, pensamientos, emociones, etc.), lo cual afecta al flujo de Sangre. El Fuego de Vida merma con enfermedades, excesos y la edad, afectando al flujo de Qi.

Las alteraciones en el flujo de Qi y Sangre hacia el cerebro, órganos internos, músculos, tendones, huesos, se traducen en agotamiento, debilidad, enfermedades, secuelas, dolores o molestias, estrés, ansiedad, rabia, depresión, capacidades físicas y cognitivas disminuidas, calidad y esperanza de vida ordinaria o peor.

En Wudang Verdadero se fortalecen y depuran tus energías más básicas o materiales. Sin esto, no se está apto para manejar energías de cualidad superior: el cuerpo físico es vulnerable a energías perversas que causan malestares, trastornos de todo tipo, enfermedades y/o deterioro acelerado.  

Sin flexibilidad, es poca la cantidad de Qi y sangre que consistentemente puedes mover. Si quieres saber de manera clara cuánto Qi podría circular en tu cuerpo (con técnicas taoístas correctas), observa tu flexibilidad.

Practicar Taiji Quan u otra actividad física sin flexibilidad, tiene poco efecto significativo en la salud. ¿Por qué? Porque el caudal de Qi que hace circular la práctica anaeróbica y aeróbica es el que permite mover los meridianos, estando el Qi generalmente estancado o deficiente en ellos.

En vulgares artes marciales “fuertes, duras” se rigidiza el cuerpo: manos, pies y cuerpo se fortalecen con un tosco método de dar-recibir golpes y romper objetos, sin emplear técnicas idóneas de QiGong que lleven Qi a las zonas corporales.

Esa deficiente práctica fácilmente causa estancamiento de Qi en meridianos (corazón, pericardio, intestino delgado, estómago, hígado ... ): es entrenamiento a lo bruto, ignorante del funcionamiento energético y que inevitablemente produce lesiones y problemas de salud.

El ser humano vive dominado por energías Yin-Yang precarias, que mantienen a su Esencia / Flama de Vida aletargada, apenas activa, y obstruyen su acceso a la energía superior: solo recibe energía del Tao para el mero vivir, con lo cual se debilita, enferma, desvitaliza y deteriora a un ritmo normal o acelerado. Es la vía ordinaria.

Prisionera de la naturaleza inferior, la Mente del ser humano, salvo escasas excepciones, es de muy baja calidad: permanece en el plano biológico-psicológico-social básico, presa de pensamientos, emociones y deseos abajados, perdida en el ego y en fines ruines, produciendo malestares y enfermedades en su materia.

La humanidad está desconectada de la naturaleza superior (espiritual) del Tao. Con una Mente bloqueada a las enseñanzas superiores (negándolas, rechazándolas o distorsionándolas) empeora voluntariamente su desmedrada existencia física.

Las corrientes filosóficas, iniciáticas, religiosas y medicinales degradadas (corruptas) terminan sepultando el potencial humano. El Taoísmo y la medicina vulgares (del hombre común) no escapan a esta debacle.